Las personas afectadas por el insomnio son aquéllas que a duras penas logran dormir unas pocas horas y que se encuentran al despertar tanto o más fatigadas que cuando se fueron a la cama.
Antes de recurrir a los fármacos, que entre otros efectos crean adicción, se pueden poner en práctica una serie de consejos para ayudar a conciliar el sueño:
- Cene al menos dos horas antes de ir a la cama, de forma que para entonces ya esté hecha la digestión. Tomar alimentos ricos en vitaminas e hidratos de carbono y evitar las grasas, las frituras y las bebidas excitantes.
- Dé un paseo después de la cena, relajada y tranquilamente. De esta manera los músculos, fatigados, se predisponen para un sueño profundo.
- Antes de acostarse, beba una infusión caliente de cualquier hierba tranquilizante (tila, verbena, menta, etc.), o bien un vaso de leche templada. Así se logra que desaparezca la sensación de pesadez que presagia los insomnios.
- Justo antes de meterse en la cama,tome un baño de agua templada (30-35º). Dirija el chorro de agua hacia la nuca y las flexuras de los codos.
- Suprima en la medida de lo posible el consumo de tabaco. El tabaco inhibe el sueño, pues la nicotina es un excitante.
- Duerma en una habitación aireada, cuya temperatura no sobrepase los 18º, poniendo especial cuidado en que la ventilación no llegue directamente a la persona que duerme.
- Cuide los pequeños detalles: El color de las paredes de la habitación (blanco, crema o verde), el colchón duro y sin huecos (preferible con una tabla de madera debajo), la almohada (ninguna o de tres dedos de espesor como máximo) y las mantas, que no pesen mucho.